La etapa final de la Vía Francígena te lleva desde la punta del pueblo de Montefiascone a Roma, la ciudad eterna. En esta antigua ruta de peregrinaje te encontrarás con clásicos paisajes italianos en Lazio, y áreas rurales y prístinas de Italia que muchos turistas no suelen visitar.
Desde Montefiascone tendrás hermosas vistas del Lago de Bolsena, que fue formado en el cráter de un antiguo volcán. Continúa tu viaje y llegarás a las piscinas termales de Bagnaccio, donde podrás tomar un respiro y relajarte. Recorre ríos, arroyos, cascadas, y camina a través del impresionante y sereno Valle del Sorbo, donde verás caballos salvajes.
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